Fuente: La Voz del Río
Emerson Lares/Opinión
Cámara Municipal de Arismendi celebró cabildo abierto en La Asunción
Este pasado 10 de diciembre de 2009, fue un día raro, pese a que ese día se celebraba en la República Bolivariana de Venezuela: la Batalla de Santa Inés. los 89 años de la Fuerza Aérea Bolivariana, el día de los Pueblos Indígenas y los derechos humanos; también, el día que la Cámara Municipal de Arismendi, celebró un cabildo abierto para explicar “verdades que nadien sabia”... y lo dijeron a todas voces en la plaza Bolívar de La Asunción.
Presentes 6 de los 7 concejales todos muy bien sentados frente a la lira y teniendo como espectadores a los obreros del Ente municipal, así como, el árbol de navidad: testigo inocente al igual que el pueblo, que escuchó a cada uno de los concejales y concejalas decir... sus verdades. Dirán luego.
No niego, que estuve atento a lo señalado por la concejala Bella Hidalgo, sobre todo cuando nombró al Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, recordando a todos los presentes “que ellos tenían depositado un fideicomiso” enviado a la corporación municipal “por la preocupación del Presidente, porque el entiende que todos los trabajadores deben contar con recursos para llevar a casa”, para comer y comprar juguetes para sus hijos en esta navidad.
Sentado en una banca de la plaza, mis ojos vieron y mis oídos escucharon cuando los obreros estrechaban las palmas de sus manos, aplaudieron, al escuchar el nombre del Comandante Presidente Chávez, expresado por la concejala Hidalgo, -confieso- sentí renacer la esperanza: que otro momento vendrá, para que los obreros y empleados de la alcaldía de Arismendi, corrijan el desafortunado tiempo en que negaron encontrar “la mayor suma de felicidad posible” para ellos y sus familiares.
Este gesto desapasionado de los obreros de la alcaldía de Arismendi, que hace escasamente un año negaron su futuro, porque votaron en las urnas en favor de unos apátridas opositores, que en nombre de la “justicia” y esa democracia que sólo ellos entienden, apresuraron dejarlo en la calle y quitarles el empleo, sustento de las familias asuntinas, que vieron como el fantasma del capitalismo tocó las puertas de sus casas, arrebatándoles por segunda vez lo más preciado de cualquier católico: la navidad.
Las otras expresiones, mentiras y extravíos de esos concejales, que como demonios buscan convencer a un obrero y empleado, que cansado de oír... verdades cómplices y balbuceos de espantos, ya dejan ver, que simplemente ya nadie les cree. A muchos, se les oye hablar y hablar sin parar, interrumpir a sus interlocutores, para negar lo que ya muchos venezolano están convencidos: nuestro destino es el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, ahora acompañados por los pueblos del Asía, África y Sur América.
Emerson Lares/Opinión
Este pasado 10 de diciembre de 2009, fue un día raro, pese a que ese día se celebraba en la República Bolivariana de Venezuela: la Batalla de Santa Inés. los 89 años de la Fuerza Aérea Bolivariana, el día de los Pueblos Indígenas y los derechos humanos; también, el día que la Cámara Municipal de Arismendi, celebró un cabildo abierto para explicar “verdades que nadien sabia”... y lo dijeron a todas voces en la plaza Bolívar de La Asunción.
Presentes 6 de los 7 concejales todos muy bien sentados frente a la lira y teniendo como espectadores a los obreros del Ente municipal, así como, el árbol de navidad: testigo inocente al igual que el pueblo, que escuchó a cada uno de los concejales y concejalas decir... sus verdades. Dirán luego.
No niego, que estuve atento a lo señalado por la concejala Bella Hidalgo, sobre todo cuando nombró al Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, recordando a todos los presentes “que ellos tenían depositado un fideicomiso” enviado a la corporación municipal “por la preocupación del Presidente, porque el entiende que todos los trabajadores deben contar con recursos para llevar a casa”, para comer y comprar juguetes para sus hijos en esta navidad.
Sentado en una banca de la plaza, mis ojos vieron y mis oídos escucharon cuando los obreros estrechaban las palmas de sus manos, aplaudieron, al escuchar el nombre del Comandante Presidente Chávez, expresado por la concejala Hidalgo, -confieso- sentí renacer la esperanza: que otro momento vendrá, para que los obreros y empleados de la alcaldía de Arismendi, corrijan el desafortunado tiempo en que negaron encontrar “la mayor suma de felicidad posible” para ellos y sus familiares.
Este gesto desapasionado de los obreros de la alcaldía de Arismendi, que hace escasamente un año negaron su futuro, porque votaron en las urnas en favor de unos apátridas opositores, que en nombre de la “justicia” y esa democracia que sólo ellos entienden, apresuraron dejarlo en la calle y quitarles el empleo, sustento de las familias asuntinas, que vieron como el fantasma del capitalismo tocó las puertas de sus casas, arrebatándoles por segunda vez lo más preciado de cualquier católico: la navidad.
Las otras expresiones, mentiras y extravíos de esos concejales, que como demonios buscan convencer a un obrero y empleado, que cansado de oír... verdades cómplices y balbuceos de espantos, ya dejan ver, que simplemente ya nadie les cree. A muchos, se les oye hablar y hablar sin parar, interrumpir a sus interlocutores, para negar lo que ya muchos venezolano están convencidos: nuestro destino es el Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, ahora acompañados por los pueblos del Asía, África y Sur América.
Patria, Socialismo o muerte... ¡Venceremos!
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