Fuente: La Voz del Río/ Cultura
Por Edinson Lares Rojas/Opinión.
Canalización Temeraria y Olvidada
El pasado 3 de junio del presente año, cuándo pasaban de las 4 post meridiem, un descomunal aguacero inundó a la ciudad de La Asunción, hacía mucho tiempo que no ocurría cosa parecida sobre la ciudad ni el municipio Arismendi. Pero, eso de observar una canalización temeraria y olvidada y, sobre todo en la Isla de Margarita, que es parte integral de la jurisdicción política-administrativa del »Estado Nueva Esparta«; y como se sabe, completa la conformación las dos islas de nombre: "Coche y Cubagua". Es asunto de reseñar.
Por Edinson Lares Rojas/Opinión.
Canalización Temeraria y Olvidada
El pasado 3 de junio del presente año, cuándo pasaban de las 4 post meridiem, un descomunal aguacero inundó a la ciudad de La Asunción, hacía mucho tiempo que no ocurría cosa parecida sobre la ciudad ni el municipio Arismendi. Pero, eso de observar una canalización temeraria y olvidada y, sobre todo en la Isla de Margarita, que es parte integral de la jurisdicción política-administrativa del »Estado Nueva Esparta«; y como se sabe, completa la conformación las dos islas de nombre: "Coche y Cubagua". Es asunto de reseñar.
Llover en las islas neoespartanas, es algo, que al correr de los años se ha hecho cosa complicada por la creciente "contaminación mundial y el llamado fenómeno del niño", que en su mayor repitencia entre los meses del conocido "invierno" venezolano, cuyo periodo comienza en el mes de junio; declina para los meses entre diciembre y enero del siguiente año. No existen más que 2 conocidas "estaciones climáticas" en el territorio nacional; una es la ya mencionada de "invierno" o copiosa lluvia; y el otro periodo o estación llamado "verano".
En la Isla de Margarita, poco se hace por recoger en mayor profusión el agua de lluvia que cae sobre esta de manera intermitente, no solo hay suficientes estudios sobre la llamada "pluviosidad" de la isla; sino que, muy a pesar del buen animo de pocas personas, no se observa a ninguna institución o ente gubernamental público, privado ni cooperativo voluntario; proponer algún proyecto sobre el posible reciclé de las agua de lluvia.
Imagino que no es lucrativo para el modelo capitalista rentista de invertir en lo que debe pasar por controles de salud más riguroso, claro pensando que el proceso de evaporación, tiene que ser "revisado" rigurosamente; igual no es, -digo- factible por la inversión para quienes detentan y administran las "aguas tratadas" de orden oficialista, que deben cargar con una descomunal falta de "moral y luces" en el racionamiento del preciado líquido.
Bueno, en el peor de los casos, pensar en el recorte eléctrico cumplido hasta ayer 10/06/2010, igual vendrá el de "agua potable" malbaratada en hogares, edificios, complejos industriales, calles y por desagües públicos; sin que se encuentre la forma de concientizar a la población por el mal uso y su buena conservación.
Que bueno será, si todos en nuestros hogares comenzamos a reciclar el agua de los techos, con un aparato inventado para purificar y descontaminar, elaborado por un curioso empírico venezolano que bien sobran; y damos rienda suelta a lo que puede ser, -también digo- una nueva alternativa para recuperar, almacenar y consumir racionalmente de forma particular dentro de nuestras casas, el agua de lluvia que se pierde por patios y huertas, o en abarrotados canales y causes de ríos o quebradas, llenos por lo regular de basura, desperdicios y escombros en las diferentes ciudades del país.
Hace años, el desglose de la idea se la escuché al editor de La Voz del Río, Emerson Lares; montado en esas marchas y contra marchas revolucionarias en que andaba, botó papeles y no encontró quien lo apoyara para poner el proyecto en marcha, económica y personal, por los pocos ingresos que percibía; lo cierto es, que no se dio la oportunidad de "ensayo y error".
Ahora canalizar las aguas de techos, es un tanto cuesta arriba, más fácil es esperar los dos días a la semana (Jueves y Domingo); cuando llega el agua potable de los embalses de tierra firme en el estado Sucre. Nada, en pensar presentar un proyecto en el consejo comunal "El otro lado del río", cuando los pocos proyectos presentados en la "adecuación" anterior (2006-09), ninguno se aprobó para celebrar con alegría revolucionaria. El gemelo anda enfermo y desanimado por falta de atención médica; hace llamados por la www.chavez@org.gob.ve, a todos los santos del cielo y de la misma tierra, incluyendo al "Dios Balón", que todo lo puede en este mes de la Copa Mundial África 2010.
Ya le asomé la idea de que llamara al comandante y amigo de todos los que quieren patria: Hugo Rafael Chávez -su hermano, según él-; pero con las troneras del techo, en la casa vieja dónde vive, cuando cayó el soberano chaparrón de agua el pasado 3 de junio, se le mojó la computadora, el teléfono, una televisión pantalla vieja, un radio voltaico de la época de Matusalen; y todo aquello que dentro de la casa estaba expuesto.
En la Isla de Margarita, poco se hace por recoger en mayor profusión el agua de lluvia que cae sobre esta de manera intermitente, no solo hay suficientes estudios sobre la llamada "pluviosidad" de la isla; sino que, muy a pesar del buen animo de pocas personas, no se observa a ninguna institución o ente gubernamental público, privado ni cooperativo voluntario; proponer algún proyecto sobre el posible reciclé de las agua de lluvia.
Imagino que no es lucrativo para el modelo capitalista rentista de invertir en lo que debe pasar por controles de salud más riguroso, claro pensando que el proceso de evaporación, tiene que ser "revisado" rigurosamente; igual no es, -digo- factible por la inversión para quienes detentan y administran las "aguas tratadas" de orden oficialista, que deben cargar con una descomunal falta de "moral y luces" en el racionamiento del preciado líquido.
Bueno, en el peor de los casos, pensar en el recorte eléctrico cumplido hasta ayer 10/06/2010, igual vendrá el de "agua potable" malbaratada en hogares, edificios, complejos industriales, calles y por desagües públicos; sin que se encuentre la forma de concientizar a la población por el mal uso y su buena conservación.
Que bueno será, si todos en nuestros hogares comenzamos a reciclar el agua de los techos, con un aparato inventado para purificar y descontaminar, elaborado por un curioso empírico venezolano que bien sobran; y damos rienda suelta a lo que puede ser, -también digo- una nueva alternativa para recuperar, almacenar y consumir racionalmente de forma particular dentro de nuestras casas, el agua de lluvia que se pierde por patios y huertas, o en abarrotados canales y causes de ríos o quebradas, llenos por lo regular de basura, desperdicios y escombros en las diferentes ciudades del país.
Hace años, el desglose de la idea se la escuché al editor de La Voz del Río, Emerson Lares; montado en esas marchas y contra marchas revolucionarias en que andaba, botó papeles y no encontró quien lo apoyara para poner el proyecto en marcha, económica y personal, por los pocos ingresos que percibía; lo cierto es, que no se dio la oportunidad de "ensayo y error".
Ahora canalizar las aguas de techos, es un tanto cuesta arriba, más fácil es esperar los dos días a la semana (Jueves y Domingo); cuando llega el agua potable de los embalses de tierra firme en el estado Sucre. Nada, en pensar presentar un proyecto en el consejo comunal "El otro lado del río", cuando los pocos proyectos presentados en la "adecuación" anterior (2006-09), ninguno se aprobó para celebrar con alegría revolucionaria. El gemelo anda enfermo y desanimado por falta de atención médica; hace llamados por la www.chavez@org.gob.ve, a todos los santos del cielo y de la misma tierra, incluyendo al "Dios Balón", que todo lo puede en este mes de la Copa Mundial África 2010.
Ya le asomé la idea de que llamara al comandante y amigo de todos los que quieren patria: Hugo Rafael Chávez -su hermano, según él-; pero con las troneras del techo, en la casa vieja dónde vive, cuando cayó el soberano chaparrón de agua el pasado 3 de junio, se le mojó la computadora, el teléfono, una televisión pantalla vieja, un radio voltaico de la época de Matusalen; y todo aquello que dentro de la casa estaba expuesto.
Sólo falta que esa canalización temeraria y olvidada (ver fotos), no revace un problema de desborde que se ve en ciernes.
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