Fuente: La Voz del Río/ Comunidad
Por Edinson Lares Rojas
Gloria inmortal de los héroes insulares
Cumplido el pasado sábado 31 de julio de 2010, el ciento noventa y tres (193) aniversario de la gloriosa "Batalla de Matasiete", hoy camina por las faldas de la "Montaña de la Gloria" el espíritu enmancipador y revolucionario que promueve justicia y bienestar social para todos; ese, cuyo orgullo enaltecedor en la tierra nuestra americana, estuvo soñado, cultivado y profetisado por nuestro Libertador Simón Bolívar, junto con los valientes guerreros neo-espartanos, donde se nombran a: Francisco Esteban Gómez, Antolín del Campo, Policarpo Mata y Juan Bautista Arismendi. Este último sin participar en la inmortal contienda, aquel 31 de Julio de 1817.
De las celebraciones y conmemoraciones gubernamentales nada se supo el pasado viernes 30 de julio; asimismo, muy poca difusión postuló la prensa escrita, radial y digital de las Islas de Margarita y Coche, para dicha fecha. Peor aún, recorrer las calles de las diferentes ciudades y pueblos insulares, con la feliz idea de promover esparcimiento vacacional en días festivos; dinamo en la curiosa observación que la gran mayoría de la población no da cumplimiento a ordenazas municipales; igualmente, muchos poco se preocupan por enarbolar las enseñas patrias, como banderas nacionales, regionales o municipales.
Triste se oye vociferar a varios ciudadanos de la ciudad capital La Asunción, cuando expresan con un rotundo... "No izo la bandera, no me da la gana. Que lo hagan los rovolucionarios de Chávez". Cuando debería colocarse la bandera nacional, regional o municipal como valioso pendón de honor a la sangre derramada, en la falda de la montaña, por los valientes héroes de Matasiete; dejando de lado estos solícitos "demócratas", pareceres políticos y horribles expresiones de anti-patria, dirigidos a un sector mayoritario sumado al pensamiento bolivariano revolucionario nacionalista, creyente en nuestro señor Jesucristo y -por supuesto- al modelo socialista de inclusión que propone bienestar para todos y "no para unos pocos".
Como quisiera entender a un historiador innombrable que hace años leía con gran interés, por todo aquello que nos inspiraba el mayor respeto por nuestros héroes y sus valerosas hazañas; y recién lo escuché, en un fatal vídeo por televisión, esgrimir sin razones y desenmascararse de la real pobredumbre que lo anima, ante una historia macabra que nos quiso endilgar, en nombre de una seudo democracia mentirosa y llena de odio viseral por la verdad.
A nuestros héroes inmortales le debemos más allá de nuestros peores pensadores e historiadores, un rotundo reconocimiento a su memoria; que no sean víctimas del ligero olvido mundano ni de la insincera poca voluntad de rendirle culto a sus honorables ideales. Que se de, porque así será siempre, luchar por la verdad; que es sinónimo de la verdadera libertad.
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