Fuente: Arizaida Arcia
Grano de mostaza
William Fariñas
Foto: Archivo La Voz del Río
*Es una ancestral costumbre celebrar notoriamente las fiestas patronales en nuestros pueblos
En las islas de Margarita y Coche es una oportunidad para las procesiones religiosas, compartir entre amigos distantes que regresan a su terruño, presenciar actos culturales con cantos, danzas, carrozas y en especial disfrutar la presentación de grupos musicales con sus famosos templetes y bailes populares. Con aclamación los vecinos de distintas localidades presentan a las jóvenes y lindas muchachas como candidatas a reinas de sus galas. Son multitudes que se desplazan para conmemorar estos regocijos. Meses antes de las fiestas grupos de vecinos y colectividad en general planifican y organizan los eventos y compromisos. Con particular tesón las autoridades civiles toman las previsiones de seguridad en virtud de la presencia de las aglomeraciones. Cuanto entusiasmo y felicidad pública. Las festividades de nuestros pueblos han merecido la atención y afectos primerísimos; más allá de lo cotidiano se transforman en hechos sociales que forman parte del paisaje y esencia de la brisa marinera. Quienes tienen la alta responsabilidad de ejercer la autoridad y seguridad pública de la solemnidad deben coordinar la presencia de efectivos policiales y de guardas suficientes que garanticen la sana paz de cada uno de los acontecimientos. Hay un celo especial para resguardar la concentración mayúscula de los habitantes, a sabiendas que el jolgorio, la parranda y la añeja tradición de compartir tragos es inevitable. Nada es ajeno para quienes saben y viven estas realidades. Lamentablemente, la incapacidad de autoridades, quienes constitucionalmente deben cumplir estos preceptos en el Estado Nueva Esparta y municipio Villalba, no lo hizo el pasado 19 de junio de 2010 en San Pedro de Coche; solamente salvaguardaban a las mas de un mil personas asistentes al evento central, ocho funcionarios policiales; a ello se le sumó que algunos funcionarios estaban contaminados por estupefacientes. Pronto se despertó la ira colectiva de un pueblo por el asesinato en manos policiales, de connotadas y reconocidas personas del lugar. Fue una tragedia dolorosa en grado mayor, nunca vivida por los pobladores de Coche en más de trescientos años de historia. La participación y responsabilidad de la policía regional y sus profundas implicaciones en el caso, desde el principio quisieron ocultarse. Con dolor, el pueblo se mostro indignado ante el país por una masacre sin precedentes. Lo insólito fue, que fueron detenidos culpables de los hechos a sus mismos habitantes; con desparpajo y rapidez se acusaron a familiares y amigos de las víctimas. El Gobernador y Alcalde públicamente salvaron sus responsabilidades. 15 hombres y mujeres, con un humilde funcionario fueron acusados de la muerte de 4 personas y más de una docena de heridos por armas de fuego. Nadie dio explicaciones operativas del dispositivo de seguridad y las responsabilidades a bien. El Alcalde quien estaba presente en el acontecimiento cobardemente se escondió. El Gobernador se lavo las manos como el miserable Pilatos. Durante 9 meses fueron privados de su libertad estos hombres y mujeres de familia; de manera injusta se les abrió un juicio amañado por la vindicta pública y un incapaz juez de control. Se violaron derechos humanos sin fin. Sus madres y familiares llevaron un doloroso calvario todos estos meses. Su única culpabilidad es ser pobres. Pidieron y lloraron por doquier. Gracias a Dios y al pueblo soberano de Venezuela se tiene mayoría en La Asamblea Nacional, lo que permitió que se considerara el caso, y con la prontitud y diligencia revolucionaria se conminara a los tribunales competentes aplicar JUSTICIA y REVOLUCIÖN. Una Juez valiente y un puñado de Diputados hicieron valer los preceptos constitucionales que le garantizan a todo ciudadano su libertad ante tales atropellos. Es historia que apenas comienza, ya sabremos quienes tendrán responsabilidades en estos lamentables sucesos. En este tiempo se ha acumulado conciencia y claridad para una lucha que se avecina. Estas muertes no quedaran impunes. Hay que labrar un nuevo destino para las fiestas de Coche con humanismo y voluntad. Estas profundas enseñanzas nos han marcado como pueblo y en memoria de los fallecidos debemos dejar un legado de sabiduría y aprendizajes. Venceremos.
Fotoleyenda. NE. Muelle de Coche, embarcación "El Coche expres". 2006.
No hay comentarios:
Publicar un comentario