Fuente:
Héctor Agüero / opinión
Foto: Telesur
La Conferencia Nacional por la Paz |
Es imperativo impulsar y sostener la iniciativa del
gobierno Maduro de hacer realidad la Conferencia Nacional por la Paz. Es deber
ineludible asumir esta tarea ya que este instrumento es uno de los
procedimientos adecuados que disponemos, en estos momentos, para detener el
golpe de Estado que lleva a delante la ultraderecha.
Es
necesario aglutinar en torno a las mesas de trabajosa los actores principales
del juego político y también a los sectores económicos. Facilitar el debate
mediante una agenda posible que permita obtener resultados en el corto plazo.
El encuentro del día miércoles 26 en Miraflores fue un acierto del poder
ejecutivo. Una iniciativa venturosa. Logró convocar sectores importantes y
representativos del país que pudieron expresarse libremente. Fue una sesión
intensa. Durante cuatro horas vimos intervenir a sindicalistas, campesinos,
estudiantes, partidos políticos opositores, alcaldes opositores, diputados,
gobernadores, empresarios, alcaldes, nuncio apostólico, Pastores Evangélicos,
representantes de la Conferencia Episcopal Católica, Comunidades hebreas y
musulmanas, operadores políticos, Poder Electoral, TSJ, Presidente de la AN,
Vicepresidente de la República. Es importante señalar que el Presidente Nicolás
Maduro actuó como correlator del evento e hizo un resumen al final de las
exposiciones.
Una
conclusión efectiva fue decidir la instalación en el Parlamento de una Comisión
de la Verdad que establezca las respectivas responsabilidades por los hechos de
los últimos días. La convocatoria significó un apoyo tácito a la conducta del
gobierno. El tren ejecutivo escuchó con temple las críticas opositoras. Los
revolucionarios estamos acostumbrados al debate en profundidad, a rebatir
criterios respetando siempre. Otro tanto se hizo con los factores que mueven la
economía el jueves 27 se constituyó la primera reunión de trabajo con dos
puntos iniciales, desabastecimiento e inflación.
Hay
que ir ganando terreno al adversario. Aislar los focos subversivos mientras que
en el plano internacional urge desmontar la matriz mediática de los derechos
humanos mediante el apoyo de los aliados latinoamericanos y de otras latitudes.
El papel jugado por la Celac ha sido correcto, no obstante la poderosa
maquinaria de medios impresos, televisivos, radiales y redes continúa
imponiendo la idea de que quien viola los derechos humanos en Venezuela es el
gobierno y no los grupos violentos. La tortilla al revés. Es necesario pues un
esfuerzo sostenido y firme de parte nuestra para desmontar esta patraña. El
imperio y sus aliados, UE entre otros manipulan la realidad con el solo
propósito de propiciar una intervención que acabe con el gobierno del
Presidente Maduro.
Uno de los aciertos de
la convocatoria a Miraflores fue lograr que factores importantes de la
oposición agrupados en la MUD asistieran y fijaran posición. Esta no es una
buena noticia para quienes hablan de unidad en el seno de la oposición.
Constituye un duro golpe sobre todo al sector ultraderechista y
desestabilizador que quiere imponer una solución violenta a costa de lo que
sea. Es un derrotero peligroso que causa escozor e inquietud. Lo bueno es que
un sector importante de la oposición no acompaña a estos radicales irracionales
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