Fuente: Gaspar Velásquez Morillo/
Opinión
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Velásquez Morillo
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Fotos: Archivos La Voz
del Río
Llegamos a una de las fases de las contradicciones con la oposición, ya algunos elementos parecen indicar que vamos a una mesa de diálogo para dilucidar los aspectos discrepantes entre Revolución y Contrarrevolución; el concurso internacional de los países del Sur, hizo invaluables aportes para que las contrapartes buscáramos afinidades y canalizáramos las discordantes.
En sectores conscientes y con visión estratégica de la Revolución Bolivariana, siempre hubo la preocupación por las profusas campañas de la mediática internacional, aliada a la interna y a sectores oligarcas apátridas, que hicieran para sí, lo que ha ocurrido en otras luchas en otras latitudes, en otros tiempos y en el presente tiempo, y, es que el Imperio y sus aliados internos se apropian de los términos Democracia y Libertad para justificar sus arrebatos y arbitrariedades fascistas, pues en el caso de Venezuela, la Revolución se afincó bajos sus propios principios rectores y nunca arreó ni se dejó arrebatar los Principios Fundamentales constitucionales que la sustentan, por lo que también esto constituye otra derrota contra los sectores oligarcas y pitiyanki, acostumbrados siempre a ocultar y colocarle un velo a sus verdaderas intenciones imperiales y de subordinación para sojuzgar a otras naciones, todo siempre bajo el manto de la Democracia y Libertad, términos que manejan a caprichos según los casos.
La batalla ideopolítica en Venezuela sigue ahora en el plano constitucional, así como en el plano de las ideas, y por supuesto, la Revolución y los y las revolucionarias tienen que armarse de su fuerza transformadora para movilizar a todos sus cuadros intelectuales, amigos y simpatizantes, además de los que se sumen por cuenta propia y consciencia para aprovechar de hacer su balance histórico como proyecto histórico el cual debe de ser unos de los puntos del Congreso del PSUV ya en cierne, pero a la par del debate constitucional, a saber
Título i. Principios Fundamentales.
Artículo 1. La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador.
Son derechos irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional.
Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político. (En lo atinente al pluralismo político, se toman en cuenta todas las ideas políticas pero estar convencidos y convencer que esta es la oportunidad de dirigir la Nación y Estado es por parte del Proceso Socialista Bolivariano porque así lo refrendan los 18 procesos electorales donde la Revolución ha salido victoriosa, además provista de legitimidad)
Artículo 3. El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución.
La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines.
Artículo 4. La República Bolivariana de Venezuela es un Estado federal descentralizado en los términos consagrados en esta Constitución, y se rige por los principios de integridad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad.
Artículo 5. La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público.
Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos.
Artículo 6. El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables.
Artículo 7. La Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución.
Capítulo IV. De los derechos políticos y del referendo popular. Sección primera: de los derechos políticos.
Artículo 62. Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas.
La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica.
Con respecto al TÍTULO VI. DEL SISTEMA SOCIOECONÓMICO.
Capítulo I. Del régimen socio económico y de la función del Estado en la economía:
“Artículo 299. El régimen socio económico de la República Bolivariana de Venezuela se fundamenta en los principios de justicia social, democracia, eficiencia, libre competencia, protección del ambiente, productividad y solidaridad, a los fines de asegurar el desarrollo humano integral y una existencia digna y provechosa para la colectividad. El Estado, conjuntamente con la iniciativa privada, promoverá el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica del país, garantizando la seguridad jurídica, solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la economía, para lograr una justa distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica democrática, participativa y de consulta abierta”.
Decimos que con respecto al articulado constitucional anterior son muy buenos puntos para debatir dentro y fuera de quienes asumen la Revolución, eso nos dará las medidas para precisar quiénes son los fascistas que plantean minimizar el Estado, excluir de la ecuación de patria y nación al pueblo; y de contra parte nos precisa, quienes los y las Revolucionarias que plantean que el Estado debe de ser un Estado Social, de Justicia y de Derecho, que se suma a la concepción clásica del Estado, a saber: población, territorio, gobierno o administración.
Así como en el Golpe de abril de 2002 que quitaron el cuadro de Simón Bolívar del Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores en la juramentación de Pedro Carmona Estanga, la Oligarquía y el Imperio, quiere, desea, sueña, con quitarle de nuevo las restricciones sociales a la renta petrolera y volverla a mano de los exclusivos sectores oligárquicos pro-imperialistas, y desde luego, el Imperio solicitará a cambio su jugosa cuota de silencio de los sepulcros para el pueblo y como es quien reparte, le quedará la mejor parte.
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