9 de abril de 2014

Otro caso vandalico provocado por hijo(a)s de papá o mamá

Son locos o es que se hacen cuando llega la noche de rumba permanente
Reporte y Foto de: Edinson Lares Rojas
La madrugada (2 pm) del domingo 06 abril del presente año, ocurrió en la calle Salazar, entre La Ceiba y Montaner, sector El Otro lado del Río, en La Asunción, capital del estado Nueva Esparta; otra de esas -y que- llamadas "combustiones naturales" en plena orilla de acera de la calle citada. Valga hacer notar en las consideraciones previas, que gente de la "Corporación Eléctrica" en horas tempranas del día Viernes (04/04/14), realizó una solicitada, mucho tiempo esperada y finalmente realizada; poda controlada de árboles, con múltiples ramas entrelazadas en cables de alta y baja tensión por el sector.

La gran cantidad de ramas y palos cortados y dejados para recoger más tarde -según operarios eléctricos- por otro "pelotón" en la calle Salazar, quedó allí hasta esa hora de la madrugada del domingo 06/04, cuando -presuntamente- pasó "un o unos" cuantos parroquianos; sino locos es que se hacen cuando llega la noche de rumba permanente en la que viven; y provocaron un descontrolado incendio que afectó a varias familias del sector.
En está isla del perenne disfrute vocacional y turismo mundial para -y que- aprovechar las innumerables bondades naturales que el "todo poderoso" legó a la "Isla de Las Perlas", o legalmente llamada por quien la encontró para el año de 1598, el Almirante Cristóbal Colón, que le cambió su nombre de "Paraguachoa", y la cual se nombra desde ese año, como la bella Isla de Margarita; nada escapa a la consecuente evaluación socio-política de miles de habitantes nativos, que ven en estas autoridades públicas y privadas un total empeño por incumplir "promesas" para seguir administrando lo que ni siquiera es un dolor de cabeza para sus sueños.
Desde ese momento la "hazaña" de "uno o varios" parroquianos, se convirtió en drama al caer la energía eléctrica por todo el área, y quedar a oscura sin imaginar la tragedia sobrevenida por un "sin par" de alegres hijo(a)s de Papá; o en el mejor de los casos, gente llegada a la comunidad, buena para nada, que llamados por una infaltable rumba de todos los días, donde todo es derroche y "viva la pepa", odian el orden y no aprecian la sana paz que permite derechos comunes y colectivos, en muchas leyes y nuestra socialista constitución venezolana.
Cierto que la candela propagada por todo el territorio insular, es responsabilidad de unos encapuchados o disociados que no comulgan con la ley ni el orden, viven en una -digo- insufrible mentira y -creo- han matado a sus padres: porque el y ella, las y los criaron como cuervos... Bueno, por sus hechos les recordaran; pero lo cierto fue lo ocurrido en esa colonial calle, que une al "casco central" con el lado noreste del municipio Arismendi, que sigue la senda que llega a los sectores de "Remanga enagua-Cocheima-Salamanca" y "La Fuente" del aledaño municipio "Antolín del Campo.
En una palabra, poste del alumbrado, tablero eléctrico de medidores y ramas dejadas por los diligentes servidores públicos de Corpoelet; unos fiesteros canallas aprovecharon para encender en medio de la madrugada comunal del sector, que adolece de un saludable proyecto contingente para malcriados "hijo(a)s de papá o mamá", vigilancia policial municipal o nacional y valor personal para enfrentar a todos esos "faltos de deberes" a las buenas costumbres y sana paz.
La rumba es permanente en esta "ciudad del silencio", amante del sano esparcimiento, el trato sincero y  las paseo de santos en procesiones esplendidas. Venga a turistiar sin miedo, valga la invitación aun con la reseña de un drama que está provocado por "unos" pocos disociados; que más tarde o más temprano serán denunciados; porque sepa que siempre hay como, aunque tiren el fósforo y hagan creer que no las o los vieron en otro caso vandálico.

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