En solicitud de aceite para mootor 20-50 encontré un pujante desvelo |
Para La
Voz del Río/ Comunidad
Por el
Abg. Edinson Lares/ Opinión
“El gobierno no
venderá más aceite de motor”. Así lo supo decir la joven madre surtidora en la “Estación
de Servicio Guatamare”, cuando en la mañana de navidad del 23-D, buscaba
preocupado “aceite para motor 20-50 y
gasolina de 95 octanos”. A punto de reír por tan temerario vaticinio de madre,
antes de responder a la joven; quien supo decir: “Solo hay de 91 octanos,
señor”. Aguardé paciente que la joven, de quien desconozco su nombre, efectuara
la operación de llenado al tanque de gasolina y descargara un poco sus animadas
expresiones de repudio a la “revolución socialista, gobierno del tiránico
Maduro”, y no muy alterada, explayara su personal desconsuelo mental por la
-seguro- contratada servidora, “al no haberse acabado con tantas carencias en
la odiada corrupción de las y los chavistas”.
Como pude le
pregunté: ¿Qué se puede hacer para acabar con esta crisis? Guardó silencio. Miró
con mayor atención a su interlocutor, como queriendo saber si era “opositor o
chavista”. Sacó el pico surtidor de gasolina del “tubo al tanque” por dónde es
llenado; y exclamó con pausada entonación: “Son doce (12) bolívares, señor”.
Con dos billetes de cien bolívares en mi mano derecha, comprendí al instante
que aún pensaba que era aprovisionado el medio tanque faltante con gasolina de
95 octanos; e inmediatamente, busqué afanoso dentro de la cartera-billetera los
exactos “doce bolívares” solicitados para cancelar.
Entonces, mientras
buscaba por lo menos, “un billete de diez y dos bolívares” para pagar, que
actualmente es inusual; dije para mí, como es verdad que no sabemos lo que aún
esta barato en toda Nueva Esparta y la República Bolivariana de Venezuela. Claro
que, cruzándose sobre mis pensamientos, madre trabajadora asomó otras
significativas reflexiones, que repudiaba al “socialismo bolivariano, la
revolución del pueblo en armas y el bienestar social alcanzado -según ella- por
muy pocos”.
Casi al final
escuché una retórica de palabras llenas de amargura que apuntaban a echar la
culpa a toda y todo venezolano, sin percatarse que desde esa “estación de
servicio” o bastión social gasífero-petrolero, queriéndolo o no estaba negando abandonar
su primero esencial eslabón de seguridad social y estabilidad económica;
sumando a ello, que -y fue lo que no le dije, aunque creo debe saber- “que
nuestro país, está cuantificado como el primer productor de petróleo en el
mundo, con reservas probadas futuras de hasta en 300 años”.
Bueno, aunque en el peor de los casos, con esa “invasión” solicitada por
la oposición encabezada por “Julio Borges y seguidores” al gobierno criminal norteamericano;
será bien difícil, si no imposible que este pueblo bolivariano deje de producir
lo que más y mejor vende: Petróleo crudo y sus derivados. En fin, no quise
abrumarla con “críticas” palabras, ni que pasara una infeliz tarde lluviosa en
toda la Isla; pero si levanté la voz para desearle feliz navidad 2017 y un
próspero año 2018, porque es necesario vencer la especulación comercial, la
usura desmedida de estaciones privadas de combustible y el hambriento bachaqueo
de identificados pobladores llenos de odio bajo un pujante desvelo.
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