23 de diciembre de 2017

En solicitud de aceite para motor 20-50 encontré un pujante desvelo



En solicitud de aceite para mootor 20-50 encontré un pujante desvelo
Para La Voz del Río/ Comunidad
Por el Abg. Edinson Lares/ Opinión
“El gobierno no venderá más aceite de motor”. Así lo supo decir la joven madre surtidora en la “Estación de Servicio Guatamare”, cuando en la mañana de navidad del 23-D, buscaba preocupado “aceite para motor 20-50 y gasolina de 95 octanos”. A punto de reír por tan temerario vaticinio de madre, antes de responder a la joven; quien supo decir: “Solo hay de 91 octanos, señor”. Aguardé paciente que la joven, de quien desconozco su nombre, efectuara la operación de llenado al tanque de gasolina y descargara un poco sus animadas expresiones de repudio a la “revolución socialista, gobierno del tiránico Maduro”, y no muy alterada, explayara su personal desconsuelo mental por la -seguro- contratada servidora, “al no haberse acabado con tantas carencias en la odiada corrupción de las y los chavistas”.
Como pude le pregunté: ¿Qué se puede hacer para acabar con esta crisis? Guardó silencio. Miró con mayor atención a su interlocutor, como queriendo saber si era “opositor o chavista”. Sacó el pico surtidor de gasolina del “tubo al tanque” por dónde es llenado; y exclamó con pausada entonación: “Son doce (12) bolívares, señor”. Con dos billetes de cien bolívares en mi mano derecha, comprendí al instante que aún pensaba que era aprovisionado el medio tanque faltante con gasolina de 95 octanos; e inmediatamente, busqué afanoso dentro de la cartera-billetera los exactos “doce bolívares” solicitados para cancelar.
Entonces, mientras buscaba por lo menos, “un billete de diez y dos bolívares” para pagar, que actualmente es inusual; dije para mí, como es verdad que no sabemos lo que aún esta barato en toda Nueva Esparta y la República Bolivariana de Venezuela. Claro que, cruzándose sobre mis pensamientos, madre trabajadora asomó otras significativas reflexiones, que repudiaba al “socialismo bolivariano, la revolución del pueblo en armas y el bienestar social alcanzado -según ella- por muy pocos”.
Casi al final escuché una retórica de palabras llenas de amargura que apuntaban a echar la culpa a toda y todo venezolano, sin percatarse que desde esa “estación de servicio” o bastión social gasífero-petrolero, queriéndolo o no estaba negando abandonar su primero esencial eslabón de seguridad social y estabilidad económica; sumando a ello, que -y fue lo que no le dije, aunque creo debe saber- “que nuestro país, está cuantificado como el primer productor de petróleo en el mundo, con reservas probadas futuras de hasta en 300 años”.
Bueno, aunque en el peor de los casos, con esa “invasión” solicitada por la oposición encabezada por “Julio Borges y seguidores” al gobierno criminal norteamericano; será bien difícil, si no imposible que este pueblo bolivariano deje de producir lo que más y mejor vende: Petróleo crudo y sus derivados. En fin, no quise abrumarla con “críticas” palabras, ni que pasara una infeliz tarde lluviosa en toda la Isla; pero si levanté la voz para desearle feliz navidad 2017 y un próspero año 2018, porque es necesario vencer la especulación comercial, la usura desmedida de estaciones privadas de combustible y el hambriento bachaqueo de identificados pobladores llenos de odio bajo un pujante desvelo.

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