10 de enero de 2011

Historia de revolución bolivariana

Fuente: La Voz del Río/ Comunidad
Emerson Lares/ Opinión
Fotos: Archivos La Voz del Río


Rafael Ramírez salva a “Chávez” en La Asunción (I)

En esta historia de revolución bolivariana se debe comenzar por el final, que sin duda alguna es la parte buena, agradable y solidaria… cuando Rafael Ramirez, ministro del Poder Popular para la Energía y Petróleo, salva a su amigo, hermano y camarada de lucha, Rafael “Chávez” Ramos… tocayo por añadidura; quién en otros tiempos de compromiso y lucha con sus compañeros lo dio todo por la causa revolucionaria. Pero, transcurrido el tiempo y abandonado por sus camaradas -sólo eran Adecos, disfrasados de revolucionarios-, se extravió, hundió en el abandono, alcohol y la indigencia; como así lo confesara al amigo, en la sede del PSUV Arismendi, ubicado en la avenida Giraldot -en plena campaña electoral-, La Asunción, municipio Arismendi, estado Nueva Esparta.
Los hechos
El 24 de diciembre de 2010, cerca de las 12 del mediodía, se cristalizó la acción de Rafael Ramírez: querer salvar a su amigo y camarada de luchas en la Universidad de Los Andes (ULA). “Chávez”, ese día del Niño Dios, fue orientado para acudir a una entidad bancaria. Allí, una simpática funcionaria de la entidad 100% Banco, ubicado en la ciudad de Porlamar (Omitimos nombres para proteger a los inocentes), entregaba a “Chávez”, el pago en efectivo de su Seguro Social, gestionado en la ciudad capital de Caracas, monto generoso (Omitimos cantidad) -para que no lo atraquen- que permitiría al Compatriota: comer, vestir, guardar dinero y sobre todo regresar a la vida, que los socialista en la República Bolivariana de Venezuela, queremos y deseamos alcanzar.Como así, lo señalará el Padre Simón Bolívar para todos aquellos que vivimos en las regiones de América del Sur: la “mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”, para que se tenga “sistemas de gobiernos perfectos”.
Todo comenzó, relata “Chávez”, cuando Rafael Ramírez, de transito por los pueblos de Margarita, recorría la avenida Giraldot, sector “El Otro lado del Río”, en la ciudad capital La Asunción. El ministro Ramírez, observa que se encuentra instalado en la vía un comando político del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV Arismendi), y el cual decide visitarlo; se baja del vehículo acompañado de una “hermosa mujer”, así lo relata “Chávez”, -confesando- “no presté atención al personaje varonil por tener los ojos clavados, en tan monumental hembra que veía”. Pese, a su condición para ese momento: sentado y pasando la borrachera del día anterior, así logra escuchar, cuando un ex-alcalde y el candidato elegido para representar los destinos de la ciudad, presentes en el comando de campaña, abordan y saludan al visitantes.
Mediadas algunas palabras de escarceo, el ministro, se disculpa con sus interlocutores y camina en dirección a “Chavez”… levanta en vilo aquel cuerpo con extremada delgadez y le da dos vueltas en el aire. Preguntado con una vibrante voz. ¿Tocayo, que haces Ud. aquí?. Repostando “Chávez” de manera inmediata, y sin perder su buen humor, como en otros tiempos… “Aquí tocayo, con hambre, sin trabajo y esperando conseguir dinero para comprarme una botella de Ron”, Los presentes no salen de su asombro, más no se inmutaron cuando el basto ortopédico que acompaña a “Chávez”, cayó muy cercano a los pies de tan altos políticos. Ninguno se digno recogerlo. Para nada.
Ramírez, se voltea a sus interlocutores y pregunta a todos. ¿Por qué ustedes no han ayudado a este compatriota?. En ese silencio cómplice -cuando se descubren las verdades amargas de esta revolución- solo se escuchó el ruidos de los vehículos lujosos que transitaban por la avenida Giraldot. Ramírez, como para que todos escucharan, dejo caer esta verdad: “No se imaginan el valioso hombre que ha sido este compatriota en las luchas revolucionarias, su experiencia y su pensamiento podría ayudarles aquí…” -palabras más palabras menos-. Transcurridos varios minutos, Ramírez, pidió a su acompañante, tomara nota de los datos personales de “Chávez” y termino diciendo. “Tocayo, no se preocupe que lo voy a ayudar”.
Los presente no salían de su asombro… se develaba una especie de sello, un cúmulo de realidades, que envuelve a la política partidista en estas comunidades de moros y cristianos, que nadie entiende y, más aún, pisoteada y arrastrada por unos seudos revolucionarios dirigentes de pacotilla, que sólo sirven para confundir al militante. De cuando en cuando montan un parapeto para engañar a los verdaderos seguidores del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías; destinándoles el mayor peso de la revolución: pedir a sus seguidores que esperen la mayor suma de felicidad posible, mientras ellos, aguardan la llegada de “San Nicolás” en Sambil. Y, que todos los seguidores traten de sobrevivir: sin empleo, sin Mercal y esperanzados que pronto les llegará la revolución bolivariana.
A “Chávez” llegó la revolución bonita que habla nuestro hermano Presidente Hugo Rafael Chávez Frías
El día 22 de diciembre de 2010, Norma Ramos, hermana de “Chávez”, conocedora de las diligencias que se están realizando en favor de su hermano, es increpada por el propio ministro Ramírez (Pasillos de la Asamblea Nacional), para que informe del Tocayo… pregunta, sí ya había recibido la pensión del Seguro Social (11:00 a.m aproximadamente)… Continuará.

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