Abg. Edinson Lares
/ Opinión
Foto: Archivo la Voz del Río
Foto: Archivo la Voz del Río
*Numerosos
Productores Nacionales Independientes penalizados por evidente desconocimiento
de la Ley RESORTE
Cuando acudí al recinto
escogido por los facilitadores del “Taller de Responsabilidad Social en Radio y
TV” en Nueva Esparta, antigua sede MINFRA, tomando el brazo derecho de la bella
cantante asuntina Cecilia “Chila” Gil,
a las 9 a.m. Nunca imagine escuchar, comprobar y asistir al mayor absurdo
popular de los llamados “Productor(a) Nacional Independiente” (PNI), en la
jornada realizada por MinCI para obtener el certificado o renovar el PNI en La Asunción.
Para
los cuatrocientos y pico asistentes a participar en el taller, unos por
registro, otros por renovar certificados, y muy poca(o)s, postular
interpretaciones musicales en el proyecto social de y para los intérpretes,
compositores y aficionados(a) en “Suena a Venezuela” (SaV), por esa sincera
aspiración de estar certificados (PNI) y el derecho de inclusión (SaV) como
manda la Ley y la Constitución, es decir, vivir, ser y hacer por los derechos y
garantías socialistas con todos los papeles en regla; nada supuso que todo el
acto o evento coordinado por dos bellas funcionarias, bien “amoladas” en
asuntos de Comunicación e Información, se convirtieran en injustificadas malas
palabras y amenazas.
Se
escucharon promesas futuras de acabar con “esto” después del 7-O (?), que de
hecho, nada tiene que ver con el llamado a cumplir con las Leyes y los Reglamentos
Comunicacionales, ganados en esta etapa revolucionaria de inclusión: por y para
el pueblo bolivariano revolucionario, sin distingo de credos, raza, religión,
estatus económico y políticos.
Gracias a Dios, con todo y eso de
esperar, desde las 9 am y hasta la 1:30 pm., el ser atendido para solicitar
renovación del PNI. - Y oídas- las múltiples declaraciones, mentadas de madre y
-pare usted de contar- descontentos por la figura del Presidente Chávez, que
nada tiene que ver en el soberano calvario al cual se sometieron muchos
interesados, que no se deben ocultar cuando la previsión de espacio y programa
del taller lucían “descompasado”; se oyeron cosas como estas: “A mí no me
pueden coartar mi derecho al trabajo, por culpa del gobierno y su maldita Ley”.
-Fin d la cita grabada-
Igual, gente con más años en la
radio que superan hasta la edad promedio entre los más jóvenes presentes,
expresaban incongruentes argumentos que no se ajustan a lo escrito en Ley, que
nunca fue leído por los radio difusores interesados, lo cual al escucharles
suenan a (anarquía), con varios casos presentados como el que sigue, a otros de
las tantas perlas escuchadas, que permitan transcribirles: “Llevo veinte años
en la radio, y jamás oigan bien, jamás había visto tanta dictadura para con el
pueblo por un número que no sirve para nada”.
Bueno. En medio de tanta discordia y
tanta “falta de glamour” -le escucharía decir a Cecilia Gil, llegó la siempre
reina Susana Duinj, para quien siempre tendré palabras de elogio por no solo su
belleza; sino su infalible sincera aptitud para dejar claro su genuina
elegancia y humilde trato social; aunque este apoyando a “gente de la tolda
amarilla”; pero que -aunque no lo recuerde- la conozco desde 1964, cuando a su
lado me fotografíe a la edad de siete años, en los predios de Venevisión;
artífices del altruista y recordado evento llamado “Venemaratón”.
¡Qué tiempos aquellos! Traían al
genuino Zorro y el Batman que era la vedette del maratón de Venevisión,
sustitutos del recordado y hasta rayado Superman; cuando el país “tranquilo y
sin nervios”, aunque la guerrilla venezolana amenazaba la “democracia
representativa”; nadie levantaba la voz para reclamar derechos ni garantías a
la vida, la libertad de expresión o de ser tomados en cuenta para respetar
derechos comunicacionales; porque, claro está, un instrumento social, como este
llamado “Ley Resorte y PNI” no tenía cabida en la patria saudita de: Leoni,
Caldera, Pérez I, Herrera, Lusinchi, Pérez II, Velásquez y Caldera II.
El socialismo es perfectible con la
voluntad política de cada actor, corregir errores es de humanos, no hay más que
ser tolerante y ubicarse dentro del marco legal de los reglamentos, las leyes y
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; que una gran mayoría
de “radiodifusores” a la hora de difundir por los múltiples medios, dan pena
ajena en el desconocimiento y repetido postulado contradictoria a lo aprobado
por la mayoría socialista. No quieren ser criticados, no se conviertan en parte
del problema; llegó la hora de dar soluciones coherentes y no andar de necios.
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