17 de septiembre de 2012

MinCI realizó Jornada para obtener certificado PNI en La Asunción

Fuente: La Voz del Río/ Comunidad
Abg. Edinson Lares / Opinión
Foto: Archivo la Voz del Río

            *Numerosos Productores Nacionales Independientes penalizados por evidente desconocimiento de la Ley RESORTE

            Cuando acudí al recinto escogido por los facilitadores del “Taller de Responsabilidad Social en Radio y TV” en Nueva Esparta, antigua sede MINFRA, tomando el brazo derecho de la bella cantante asuntina Cecilia “Chila” Gil, a las 9 a.m. Nunca imagine escuchar, comprobar y asistir al mayor absurdo popular de los llamados “Productor(a) Nacional Independiente” (PNI), en la jornada realizada por MinCI para obtener el certificado o renovar el PNI en La Asunción.
            Para los cuatrocientos y pico asistentes a participar en el taller, unos por registro, otros por renovar certificados, y muy poca(o)s, postular interpretaciones musicales en el proyecto social de y para los intérpretes, compositores y aficionados(a) en “Suena a Venezuela” (SaV), por esa sincera aspiración de estar certificados (PNI) y el derecho de inclusión (SaV) como manda la Ley y la Constitución, es decir, vivir, ser y hacer por los derechos y garantías socialistas con todos los papeles en regla; nada supuso que todo el acto o evento coordinado por dos bellas funcionarias, bien “amoladas” en asuntos de Comunicación e Información, se convirtieran en injustificadas malas palabras y amenazas.
            Se escucharon promesas futuras de acabar con “esto” después del 7-O (?), que de hecho, nada tiene que ver con el llamado a cumplir con las Leyes y los Reglamentos Comunicacionales, ganados en esta etapa revolucionaria de inclusión: por y para el pueblo bolivariano revolucionario, sin distingo de credos, raza, religión, estatus económico y políticos.
            Gracias a Dios, con todo y eso de esperar, desde las 9 am y hasta la 1:30 pm., el ser atendido para solicitar renovación del PNI. - Y oídas- las múltiples declaraciones, mentadas de madre y -pare usted de contar- descontentos por la figura del Presidente Chávez, que nada tiene que ver en el soberano calvario al cual se sometieron muchos interesados, que no se deben ocultar cuando la previsión de espacio y programa del taller lucían “descompasado”; se oyeron cosas como estas: “A mí no me pueden coartar mi derecho al trabajo, por culpa del gobierno y su maldita Ley”. -Fin d la cita grabada-
            Igual, gente con más años en la radio que superan hasta la edad promedio entre los más jóvenes presentes, expresaban incongruentes argumentos que no se ajustan a lo escrito en Ley, que nunca fue leído por los radio difusores interesados, lo cual al escucharles suenan a (anarquía), con varios casos presentados como el que sigue, a otros de las tantas perlas escuchadas, que permitan transcribirles: “Llevo veinte años en la radio, y jamás oigan bien, jamás había visto tanta dictadura para con el pueblo por un número que no sirve para nada”.
            Bueno. En medio de tanta discordia y tanta “falta de glamour” -le escucharía decir a Cecilia Gil, llegó la siempre reina Susana Duinj, para quien siempre tendré palabras de elogio por no solo su belleza; sino su infalible sincera aptitud para dejar claro su genuina elegancia y humilde trato social; aunque este apoyando a “gente de la tolda amarilla”; pero que -aunque no lo recuerde- la conozco desde 1964, cuando a su lado me fotografíe a la edad de siete años, en los predios de Venevisión; artífices del altruista y recordado evento llamado “Venemaratón”.
            ¡Qué tiempos aquellos! Traían al genuino Zorro y el Batman que era la vedette del maratón de Venevisión, sustitutos del recordado y hasta rayado Superman; cuando el país “tranquilo y sin nervios”, aunque la guerrilla venezolana amenazaba la “democracia representativa”; nadie levantaba la voz para reclamar derechos ni garantías a la vida, la libertad de expresión o de ser tomados en cuenta para respetar derechos comunicacionales; porque, claro está, un instrumento social, como este llamado “Ley Resorte y PNI” no tenía cabida en la patria saudita de: Leoni, Caldera, Pérez I, Herrera, Lusinchi, Pérez II, Velásquez y Caldera II.
            El socialismo es perfectible con la voluntad política de cada actor, corregir errores es de humanos, no hay más que ser tolerante y ubicarse dentro del marco legal de los reglamentos, las leyes y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; que una gran mayoría de “radiodifusores” a la hora de difundir por los múltiples medios, dan pena ajena en el desconocimiento y repetido postulado contradictoria a lo aprobado por la mayoría socialista. No quieren ser criticados, no se conviertan en parte del problema; llegó la hora de dar soluciones coherentes y no andar de necios.

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