Fuente:
Licda. Arizaida Arcia
Autor:
Williams Fariñas
Grano
de Mostaza
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| Alerta, alerta y más alerta con la “ExxonMobil" |
Una de las grandes comprensiones que aportó
la llamada Primera Guerra Mundial sobre la connotación de la
conflagración moderna y futura, fue la importancia geopolítica de poseer y
controlar el circuito productivo global del petróleo y sus derivados.
Indudablemente fue un efecto metanóico para la planificación bélica de las
grandes potencias capitalistas, con la necesaria logística para el transporte
masivo y el equipamiento energético de los distintos sistemas de
armas.
La guerra transformó el petróleo en un vital
material estratégico esencial para el aprovisionamiento de combustible
para camiones, tanques, buques de guerra y aeroplanos; así como llenar
cuantiosamente las arcas de las trasnacionales petroleras. El salto
tecnológico desde las cámaras de vapor del siglo XIX a las de hidrocarburos
tuvo un efecto revolucionario sobre la demanda mundial del petróleo.
El Comisario de Guerra francés Henri Berenger (1952), publicó El Petróleo y Francia. (Le Pétrole et la France 1919) en
el que demostró un sentido de anticipación acerca de la importancia de esta
materia prima en las próximas décadas; profetizó: "Quién posea el petróleo será dueño del mundo,
porque mandará en los mares gracias a los aceites pesados, en el aire por medio
de los aceites extra-refinados y en la tierra por medio del petróleo y de los
aceites de alumbrado.
Y además de esto dominará
económicamente a sus semejantes debido a la fantástica riqueza que derivará del
petróleo: la maravillosa sustancia que es más buscada y más preciosa que
el mismo oro". El petróleo se está acabando y todo el mundo lo sabe.
Las apetencias de la ExxonMobil en el territorio marítimo e insular del Esequibo es una
clara provocación en su condición de hegemón imperial guerrerista; la cual
conoce exhaustivamente que las verdaderas y auténticas reservas del petróleo
del planeta para más de 500 años, están en la faja del Orinoco y en la
plataforma continental atlántica venezolana.
La exploración otorgada a esta corporación
estadounidense, inicuamente por Guyana, de hecho es un falso positivo para
provocar una confrontación de gran escala que involucre a sus lacayos y agentes
en todo el mundo, y así apoderarse de este estratégico territorio patrio.
Somos una Nación amante de la
Paz e integración de los pueblos como actitud civilizatoria de vanguardia; no
obstante estas provocaciones de la ExxonMobil son absolutamente indignantes

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