Abg. Edinson Lares Rojas
Fotos: Archivo La Voz del Río
Música a los oídos, castigo al bolsillo y objeto estimado por gente dedicada a llevarse lo ajeno
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Lira Plaza Bolívar de La Asunción |
... Como se sabe, la perspectiva de vida entre los habitantes del planeta tierra, para muchos seguirá creciendo por razones científicas; pero a la vez seguirá descendiendo, en cuanto o en tanto, se siga practicando el anómalo estilo social de promover la impunidad; y ello para mayor claridad, por prestar poca atención a las normas legales de convivencia social, que en muy crecido desmadre, entre el “precio de venta al público” VS el costos final del producto innovador”, me refiero -claro está- a la expresión mediática de: Si no tienes comunicación al instante y segura con familiares, amigos y vecinos más cercanos tú no estás en nada.
En esa consideración, el día que llegó del Llano Apureño a la isla bonita de las perlas o “La Margarita”, -omito fecha para proteger inocentes- el ahora amigo José (Nombre Ficticio/ NF), circunscribía su mundo al vasto llano, caudalosos ríos y extensiones geográficas del sur de la República Bolivariana de Venezuela; paisajes que en nada se asemejan a estos salobres humedales de agua y concentrada variedad de fauna marina venezolana.
Pero, en verdad, como así lo confesará, cuando narraba otros intríngulis de su visión y experiencia personal, esta se ensanchó al pasear y disfrutar de las múltiples bellezas naturales en las ínsulas, muy distintas de lo no menos hermoso de su lar nativo; refiriendo con mucho pesar que: “Muy bonito todo Paisa; pero las cosas no fueron ni mejor ni peor para mí, un Llanero venido de El Orza, Camarita”.
El drama más o menos fue así… Cuando ingenuo se topó con un profesional del volante en pleno aeropuerto “Santiago Mariño”, de los llamados “Taxista Piratas”; cayó redondo con la tarifa especulativa aplicada, desde la puerta del terminal aéreo y hasta un hotel cuatro estrella en pleno centro de la ciudad de Porlamar.
Luego, para no hacerse esperar en conocer los alrededores, inició un desfile por “saturadas” tiendas con artículos a precios y costos de mercancía seca, alimento y visuteria -como el transporte- inimaginable que “si te cuento lloro”, decía en riguroso consuelo al recordar el supuesto “atraso”, o falta de modernidad del comercio, servicios y bienes suntuosos en su lejano pueblo de “El Orza”.
Agobiado por tanta burla comercial publicitaria, que en parte lo condujo acá desde su terruño natal, junto con la familia; se lanzó a confirmar un dato de su amigo “Tiroteo” (NF), que le dijo solemne: “Cómprese en la isla un Blackberry, porque están más baratos que robao, mi compadre”… Y, para no perder el viaje, entre tanta especulación incontrolada, juzgó necesario “dir” al comercio con esa finalidad; pero con tan mal tino, que se lo compró a un “vendedor ambulante” a un precio inigualable en otra parte, según el astuto “vendedor”, que igual le sugirió regresara al siguiente día, para “reponerte la línea, por no tener en ese momento, ante nula cobertura”.
Todo un cuento sin ningún sentido como lo descubrió después
¿Qué hizo camarita?… “Denuncié a una comisión policial de los alrededores de la Plaza Bolívar, el segundo día de la compra y la solicitud del ahora “timador”; pero no obtuve mucho éxito, puesto que no encontré al ladrón ni la gente que me refiriera dónde lo podía encontrar”. Igual agregó, con el celular “nuevo de paquete” en la mano, no pude comunicarme con nadie; y cuando fui al local del “agente autorizado”, en otro pueblo más lleno de gente y con gran cantidad de comercios, faltó poco para que me llevaran preso; porque el celular está reportado robado desde hace un año, en la ciudad de Barinas.
“Un drama como para morirse, Ñero”…

Y, luego respondo. Nada mejor que la gente debata qué podemos hacer. El revertir el drama social de la especulación, el sobreprecio de artículos de primera necesidad y detener la usura, hurto, robo descarado y mala praxis comercial colectiva; cuando nadie denuncia por temor a ser objeto de persecución; es la sugerida manera de recomponer el estado de cosas.
Que venga “María la Faculta”, no la “María Corina” politiquera y vende patria que está más pelada que Guacuco ejuyao. Qué opina usted, gente de la oposición, pueblo revolucionario bolivarianos Chavistas, extranjeros, navegados y de “toda la bolita del mundo”… Todos conocemos del flagrante hurto de objetos estimados por gente dedicada a llevarse lo ajeno.
Le propongo una idea… Vamos a reinventar el celular que sólo se deje coger por su dueño. Que le parece. Piensen, no creo tengan competencia con los nuevos Vergatarios; pero a lo mejor les falta eso, para no estar en ese lote que prefiguro, como: La caída del cariñoso celular Blackberry.
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